Toda la población está expuesta a una pandemia vírica. Este nuevo mundo se rige por unas reglas bien sencillas: sólo se utilizarán carreteras secundarias poco transitadas y se evitará el contacto con otros humanos cueste lo que cueste. Es una lucha por la supervivencia.
En el curso de cuatro días, un grupo de supervivientes se ve obligado a tomar decisiones morales a las que ningún ser humano quisiera tener que enfrentarse nunca. Descubren que su mayor enemigo no es el mortífero virus, sino la crueldad y la maldad que habitan en lo más profundo del ser humano.