Que sería de Santiago de Cali con el ritmo que la identifica como la capital mundial de la salsa sin sus principales protagonistas: los bailarines y bailarinas caleñas.
“Bailar es escribir con el cuerpo en el espacio, representar el tiempo sin nombrarlo, marcar con el gesto un solo instante, soñar que uno no es uno sino el ritmo, creer que uno es el mundo dando vueltas, sentir que es la vida la que baila”. Alejandro Ulloa
“Bailar es escribir con el cuerpo en el espacio, representar el tiempo sin nombrarlo, marcar con el gesto un solo instante, soñar que uno no es uno sino el ritmo, creer que uno es el mundo dando vueltas, sentir que es la vida la que baila”. Alejandro Ulloa
Los talentosos bailarines de la sucursal del cielo dejan día tras día muy en alto el nombre de nuestra ciudad, haciendo lo que mejor saben hacer, mover sus cuerpos al ritmo de la guaracha, el mambo, o la pachanga.
Uno de sus más representativos exponentes es el maestro Evelio Carabalí, un hombre que nació en la Rivera, una vereda de Tuluá – Valle hace 66 años y que pronto se convirtió en un genio de las artes danzantes, que con sus movimientos en el aire, adoptó el baile colectivo, él fue el encargado de dirigir el taller de baile dictado en el Salón Madera del Centro Cultural de Cali, en el marco del VI Festival Mundial de Salsa 2011.
El Secretario de Cultura y Turismo, Carlos Alberto Rojas Cruz, señaló “El VI Festival Mundial de Salsa para la Administración actual en cabeza del alcalde Jorge Iván Ospina, no solamente implica la puesta en escena de las diferentes escuelas de baile que hay en la ciudad, pues el festival significa toda una propuesta social y cultural para que los procesos artísticos puedan tener continuidad en escenarios permanentes y sistemáticos, para mostrar no solamente lo bonito del espectáculo, sino también la posibilidad de que esto genere oportunidades económicas, de reconocimiento y circulación a nivel nacional e internacional”.
En el taller de baile participaron más de 100 personas y caleños de todas las edades se volcaron a bailar en la pista improvisada del salón madera, animados por los bailarines que demostraron cómo se bailan ritmos como la salsa, el boogaloo, el bolero, entre otros.
“La idea de este taller fue dirigir, darle un poco de conocimiento a los jóvenes de las escuelas de baile, sobre las problemáticas urbanas y de cómo se deben manejar las instituciones donde se enseña el baile, pues no solamente tiene que ser baile, ni rumba, sino que hay una educación formal que es necesario que ellos la entiendan y se contagien del placer indescriptible que significa bailar”, afirmó Evelio Carabalí.
Según este ícono del baile, los bailarines que participaron en el taller no son profesionales experimentados de alguna escuela de Cali, sino personas de diferentes barrios de la ciudad que aprendieron a bailar en cinco clases, lo que demostró que para bailar, sólo es necesario querer aprender.
“La gente es muy bonita, Cali ha sido muy grato conmigo, yo de pronto he sido el ingrato, pero aquí estoy para agradecerles en cuerpo y alma lo linda que es la ciudad conmigo”, agregó por último el maestro.
Uno de sus más representativos exponentes es el maestro Evelio Carabalí, un hombre que nació en la Rivera, una vereda de Tuluá – Valle hace 66 años y que pronto se convirtió en un genio de las artes danzantes, que con sus movimientos en el aire, adoptó el baile colectivo, él fue el encargado de dirigir el taller de baile dictado en el Salón Madera del Centro Cultural de Cali, en el marco del VI Festival Mundial de Salsa 2011.
El Secretario de Cultura y Turismo, Carlos Alberto Rojas Cruz, señaló “El VI Festival Mundial de Salsa para la Administración actual en cabeza del alcalde Jorge Iván Ospina, no solamente implica la puesta en escena de las diferentes escuelas de baile que hay en la ciudad, pues el festival significa toda una propuesta social y cultural para que los procesos artísticos puedan tener continuidad en escenarios permanentes y sistemáticos, para mostrar no solamente lo bonito del espectáculo, sino también la posibilidad de que esto genere oportunidades económicas, de reconocimiento y circulación a nivel nacional e internacional”.
En el taller de baile participaron más de 100 personas y caleños de todas las edades se volcaron a bailar en la pista improvisada del salón madera, animados por los bailarines que demostraron cómo se bailan ritmos como la salsa, el boogaloo, el bolero, entre otros.
“La idea de este taller fue dirigir, darle un poco de conocimiento a los jóvenes de las escuelas de baile, sobre las problemáticas urbanas y de cómo se deben manejar las instituciones donde se enseña el baile, pues no solamente tiene que ser baile, ni rumba, sino que hay una educación formal que es necesario que ellos la entiendan y se contagien del placer indescriptible que significa bailar”, afirmó Evelio Carabalí.
Según este ícono del baile, los bailarines que participaron en el taller no son profesionales experimentados de alguna escuela de Cali, sino personas de diferentes barrios de la ciudad que aprendieron a bailar en cinco clases, lo que demostró que para bailar, sólo es necesario querer aprender.
“La gente es muy bonita, Cali ha sido muy grato conmigo, yo de pronto he sido el ingrato, pero aquí estoy para agradecerles en cuerpo y alma lo linda que es la ciudad conmigo”, agregó por último el maestro.