martes, 22 de noviembre de 2011
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Hay días...

martes, noviembre 22, 2011

Hay días en que salimos con la esperanza que el transito en nuestra ciudad este mejor, más fluido, menos trancones. Pero nos encontramos con el mismo caos que a diario nos atormenta y, mientras manejamos viendo un sinnúmero de violaciones de transito, nos preguntamos ¿por qué esta ciudad es cómo es?, porque  nacimos aquí y no en una ciudad donde si respetan las normas, y seguimos preguntándonos un sin número de ¿por qué?  Mientras de nuestras bocas en ese trayecto interminable a la oficina salen miles de groserías al ver con impotencia como se violan y se pasan el código de transito por la galleta.

¿Será culpa de la misma gente?, ¿de nuestros gobernantes que no imponen leyes justas?, incluso ¿será que estas personas necesitan del caos para solicitar más dineros en campañas que no arrojan resultados significativos? o es que definitivamente el colombiano es indio por naturaleza,  me refiero al significado que la jerga Colombiana le ha dado a la palabra INDIO, pues porque es que los Indios de verdad son ejemplares en su organización y hasta pena nos debería dar asociar esta palabra con semejantes brutalidades que se ven a diario de personas supuestamente estudiadas y de altas alcurnias.

Realmente estas conductas pueden tener varios orígenes que nos podríamos quedar enumerándolas pero el que no se respeten sólo recaen en unas cuantas que no existen en nuestro país, a) sentido común, b) respeto, c) justicia d) leyes. Sí, y otras más, pero para que decirlas, con esas son más que suficiente para aplicar un análisis del porque los colombianos somos tan guarichos y no queremos progresar a pesar de lo tanto que pregonamos que somos, como colombianos, una raza pujante que quiere salir adelante, pero que frente a otros países seguimos siendo el pueblo pegado al Amazonas donde sus habitantes aun utilizan taparrabo y viven de la ley de la selva.

Definitivamente esto pasa porque en Colombia no hay leyes que se hagan cumplir y no existe educación al respecto, la falta de esta última es notoria al ver los comportamientos de algunos mayores, específicamente la década de nuestros padres, que en las calles son los menos tolerantes y los más anti-cívicos. Todos los días se ven mujeres agresivas al volante y señores que nunca aprendieron a dar paso, entonces ni se diga de la educación que los hijos tuvieron por parte de ellos. Obvio que nacimos con la agresividad al volante y los actos irracionales enraizados causados por la poca tolerancia que tenemos frente a otros. Ahora, lo más inaudito, es que no adoptamos técnicas de los países desarrollados para contrarrestarlo. Ponen cámaras que no toman fotos, no ubican letreros de advertencia, los policías se la pasan parando a tontos incrédulos para sacarles plata mientras pillos e infractores hacen de las suyas en sus narices.

Esto debe cambiar, pero mientras que, en nuestras casas no eduquemos a nuestros hijos mostrando lo correcto, y que los policías se concienticen que el negocio no está en la calle parando por parar, mientras que el pueblo deje de montar políticos que nos le interesa esta problemática, dudo que esto algún día tenga un final feliz, por lo menos mientras yo viva….y eso que aun soy Joven.  

Atentamente,

Anonimusmate

(Nota al pie de página: CityCali y sus socios fundadores se liberan de cualquier responsabilidad laboral, sicosocial, mental y contractual por este tipo de opiniones).


 
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