

Es un día soleado y espectacular para comenzar una buena rutina de ejercicios, o tal vez salir a caminar, trotar etc. ¿Qué mejor sitio que un parque lleno de árboles y zonas de descanso?, un medio ideal para oxigenar nuestro cuerpo gracias a la naturaleza en su máximo esplendor.
Ese podría ser un excelente plan de un fin de semana sino se viera empantanado por encontrar minas caninas, miles de tiritas color chocolate con numerosas incrustaciones. ¿Y qué me dicen del olor nauseabundo que hoy en día son característicos en los parques? Surge una pregunta: ¿qué piensa la gente en Cali con este asunto? ¿Será que piensa que los pobres escobitas, esos empleados anónimos, tras de tener que caminar con sus implementos por toda la ciudad tienen la obligación de levantar los excrementos? ¡No! ¡Por supuesto que no! Si fuera así entonces defequemos todos en los parques y vivamos como en los tiempos feudales, en los que existían esclavos para realizar todo tipo de trabajos.
Hasta allá hemos llegado como pueblo o comunidad caleña. Creernos que los parques son los inodoros de las mascotas. Y esto además no es culpa de los animalitos, sino de los propietarios de los mismos que con su actitud muestran lo que seguramente podrían ser en sus propias casas, irrespetando a los demás ciudadanos, omitiendo recoger los desperdicios, ignorando que mañana podrían estar pisando una de sus “minas blandas”.

Yo invito a la comunidad a explotar ese poco sentido común que todavía tenemos los caleños. Reflexionemos que al sacar a nuestro perro a un parque y al no recoger el mugre que ellos dejan durante los 365 días del año la gran cantidad de desechos en las zonas verdes será inmensa y así, tan solo así, nos daremos cuenta lo mal que hacemos y podremos buscar alternativas para ser ciudadanos ejemplares en cuanto al cuidado de mascotas se refiere.
Se estarán preguntando algunos que no lograron el ejercicio: ¿Cuáles alternativas? Pues la más sencilla: llevar una bolsita y una pala pequeña, si es de los recursivos, pues amarre una bolsa al extremo de un palo y cuando la mascota vaya hacer sus necesidades tan solo póngala por debajo del esfínter y con seguridad caerán las eses dentro de la bolsa.
Señores ciudadanos, anímense, sean cívicos, conservemos las zona verdes limpias, eduquemos a nuestros animales y lo más importante eduquémonos unos a otros.
